Autoretrato
Nombre: Ariana Fuentes Ante.
edad: 23 años
estado civil: soltera
Ocupación: actriz
estatura: 1,67cm
peso: Según cuanto coma en la semana.
Instituciones que la vertebran: El ballet, la familia.


Estudié ballet desde los 9 años hasta los 17 años es decir practique esta disciplina 8 años de mi vida, tiempo suficiente para que esta institución codifique, vertebre, transforme e institucionalice mi cuerpo de una forma.
Sin darme cuenta yo colocaba mis pies de un forma, habla y movía mis manos de una forma peculiar, caminaba como un pato (asi me decian las personas) dando todas las pistas que mi cuerpo era un instrumento adoctrinado por el ballet.
El ballet en esos momentos era importante para mi era mi espacio por fuera de la realidad de mi casa, el lugar donde a partir de mi cuerpo yo sentía esa utópica libertad que tanto buscamos.
Luego entendí que la libertad está en otras parte, de otras formas, pero en ese momento lo era casi todo para mi.Cuando crecí y mi cuerpo tenía unas tres lesiones entendí que algo no estaba bien, tuve un proceso en el cual pude conocer mi cuerpo desde otro lugar que nunca había tenido la oportunidad de acercarme.

Que era desde sus limitaciones, desde sus frustraciones y fracasos. Ahi entendi que todo ese tiempo me exigí y trabaje con autoexigencia con mi cuerpo a tal punto que llegue a lastimarme, la construcción no solo sucedio en la corporalidad también había sido mental, había construido una necesidad de legitimarme en el virtuosismo y el sobreesfuerzo con un cuerpo que muchas veces no llegaba a la técnica requerida, nunca me importó trabajar el doble que mis compañeras porque solo pensaba en llegar a lograrlo bien, nunca disfrute el proceso, el ir dialogando y negociando con mi cuerpo para que el tampoco se sienta violentando.

Hoy puedo decir que me encuentro reconciliada con su imposibilidad, con sus limitaciones que son incluso hasta morfológicas y aprendí a construir esa libertad deseada, desde ese lugar, aprendí a amar mi cuerpo por fuera del virtuosismo, por fuera del rigor sin sentido, amar su proceso, amar sus hallazgos su forma peculiar de habitar.